Las novias

Susana ha traído a Sandra. Sí, tiene amigas. No me lo esperaba. Muy parecida. Podría decir que son hermanas, pero no. Susana trabaja en un centro de estética con esta chica. Vamos de cena, a un argentino, en S' Arenal, no económico pero agradable. La velada es fantástica.  No me lo esperaba, lo estoy disfrutando mucho. Rafa también. Cuando van al baño: - Luego vente a casa, Sandra también vendrá. Tomaremos la copa allí, mejor, y luego...no sé, quedate a dormir, ella lo hace. Y, si te parece, hasta... - Qué dices, ¿dormir? - Bueno, no exactamente. Podríamos jugar con ellas... - ¿Orgia? - Excepto tú y yo, claro. Ya hemos sido tres algunas veces. - Suena... A ver no quiero problemas contigo por estar con tu mujer... - Oh, tranquilo, es sólo juego sexual, ¿verdad? No creo que os enamoréis. - Seguro Vuelven. - ¿Vamos a casa? Tengo una sorpresa preparada, bueno, Sandra y yo... - Pagamos la cuenta. Id ya al coche si queréis.  - De acuerdo. Y mientras se dirigen al parking...

Susana tenía 18 años cuando vino de Paraguay. Sí, ya estaba embarazada y se casaron. Rafa no había tenido buena suerte con las españolas y, en ese viaje, dice que encontró el amor. Y todo fue tan rápido... Es una mujer muy guapa. Siempre educada, amable, atenta. Ya tenía alguna cirugía, la de pechos, y si, aunque es joven, se ha hecho algún arreglo más. Y claro, Rafa se lo paga gustoso. Como el de la vagina, cuando dio a luz, quiso "rejuvenecerse" o no sé qué historia. Inmediatamente. Para no perder a sus 20 años su "lozanía", y Rafa pagó. No sé, admito que, aunque no lo digamos, envidiamos que Rafa tenga una mujer joven a su merced, para todo, ya que cocina, limpia y se ualmente le hace feliz. "Son sólo 15 años de diferencia", dice, pero, no sé, esa diferencia. Pero sí, quizás debería probar, como dicen, y a saber...